CONSECUENCIAS DE HACER UNA OBRA SIN PROYECTO, 10/05/2024
Consecuencias de realizar una obra sin proyecto:
Las consecuencias de realizar una obra sin un proyecto previo (entendido como la realización de una serie de planos y bocetos y no como el proyecto de ejecución que requieren los Ayuntamientos en ocasiones) pueden ser variadas y diversas:
En primer lugar, la falta de claridad sobre el resultado a conseguir. En un proceso de comunicación es muy posible que se produzcan malentendidos. Transmitir nuestros pensamientos con total claridad y que se entiendan de la misma manera suele ser complicado. Por otra parte, a veces no sabemos exactamente lo que queremos o lo que necesitamos. Los planos materializan nuestras ideas junto con los consejos del proyectista y son tan sufridos que nos permiten hacer las pruebas que sean necesarias hasta asegurarnos de que reflejan fielmente el resultado pretendido.
En cambio, cuando se trabaja sin planos o “sobre la marcha” los cambios suelen llegar tarde y de ser necesarios, con total seguridad, resultarán mucho más costosos económicamente que modificar un plano.
Hacer una obra sin planos es como fabricar un coche sin diseñarlo previamente. Imagina por un momento poder cambiar el diseño o introducir cambios en el proceso de fabricación de un coche mientras se fabrica. Resulta impensable, ¿no? Pues, aunque parezca increíble, en las obras de construcción a veces ocurre con lo que el resultado final, en ocasiones, es una lotería.
Imagina también por un momento, que la reforma no coincide con lo que tu querías. Con total seguridad, te sentirás frustrado después del esfuerzo y la inversión que te ha supuesto. Tener unos planos de referencia te permite comparar lo construido con lo proyectado y vigilar el proceso a medida que se desarrolla modificando el rumbo, si es necesario, antes de que sea demasiado tarde.
El proceso de diseñar obliga al proyectista a definir todos los detalles necesarios por lo que no cabe improvisar y permite una mejor coordinación de oficios. Cierto es que el proceso de planificación puede alargarse un poco pero compensa con creces la tranquilidad que te proporciona durante la obra al estar todo claro desde el principio. En cambio, cuando no hay planos las decisiones se tienen que tomar precipitadamente con la consiguiente posibilidad de equivocarnos. Y la tardanza en la toma de decisiones necesariamente conlleva retrasos en la ejecución.
A veces la reforma realizada no es legalizable pues no se cumplen las exigencias normativas. Este inconveniente se elimina al proyectar pues una parte importante del proceso es precisamente la vigilancia de la observancia de los requisitos normativos.
El coste de proyectar, en comparación con el de realizar una reforma, es muy bajo si tenemos en cuenta todas las ventajas que nos proporciona:
Dado que constituye un servicio en sí mismo que, como tal, se factura, una vez terminados y abonados los planos son de tu propiedad por lo que puedes solicitar presupuesto del trabajo a diferentes empresas que seguro que te tomarán más en serio que si transmites tus ideas de forma vaga e imprecisa ya que les obliga a hacer un esfuerzo extra para comprender y valorar un trabajo que quizá no llegue a realizarse.
Por otra parte, en los planos se aprecia la pulcritud, el gusto estético del diseñador y la importancia que éste otorga a los detalles. Y te permite intuir la política empresarial y los procesos de trabajo. Por ejemplo, un plano donde las cotas no se leen porque la letra es excesivamente pequeña o las líneas son tan claras que no se ven al imprimir transmite por sí solo. Es nuestra imagen al exterior y como tal, debe reflejar nuestra forma de trabajar.
Constituye un ahorro en sí mismo, ya que permite desechar posibilidades que, a priori, estén fuera de nuestro presupuesto antes de empezar y no cuando es demasiado tarde.
Los planos no caducan (salvo que cambie la normativa) por lo que, si surgen imprevistos se pueden guardar en un cajón y retomar el tema en el momento adecuado.
Los proyectistas, por su formación especializada y su experiencia, poseen los conocimientos adecuados para diseñar soluciones prácticas, eficientes y posibles constructivamente, evitando errores tales como un espacio insuficiente para utilizar un aparato sanitario, una puerta que golpea con un mueble o una solución que puede ser muy estética pero que no es viable. En ESBOZO STUDIO contamos con profesionales con amplia experiencia tanto en el proceso de diseño como en el de ejecución de reformas.
Facilita enormemente el trabajo de los diferentes oficios porque todo está pensado y detallado en los planos por lo que permite ganar tiempo en el proceso de ejecución. Se evitan las interminables reuniones en obra para decidir cuestiones como el número de enchufes, su localización o el número de luminarias a instalar.
Por último, la definición de necesidades, al ser un proceso de tú a tú y que no puede delegarse te permite conocer mucho más profundamente al cliente y que él a su vez conozca al equipo, lo que, con total seguridad conducirá a su satisfacción.
En definitiva, la definición de los trabajos mediante planos es tan imprescindible como aconsejable. En ESBOZO STUDIO podemos acompañarle en el proceso.